24 febrero 2007

Zaragoza


A veces me sorprenden las lágrimas al repasar mi historia en la ciudad. Yo he sido aquí, yo soy aquí. En la ciudad leída desde la ventanilla del tranvía, en el parque, en los ríos, en las moreras de La Granja, en el legendario JIMA -Jugadores Internacionales Musculosos Aragones, nuestro equipo de fútbol-, en los pinares de Venecia, en los bares de las primeras veces, en las tardes en las que todo se me hacía fácil y en los días de los mil nudos en la garganta, en los bancos del paseo, en la Gran Vía, en el Canal, en la plaza San Francisco, en las calles del casco viejo, en mis amigos, en las personas que tanto quise y que ya no verán crecer a Blanca y a Guillermo -dos zaragozanos del Gancho, como Yolanda Polo-... Soy aquí, he sido aquí en los días de cierzera, escondido en la niebla o agobiado por el calor... Zaragoza

3 comentarios:

Fernando dijo...

Será que las huellas de tu vida por la ciudad, los años que se van acumulando han dejado en su humedad crecer hiedras con raíces profundas que sin tu saberlo siguen elevándose desde tus pies a tu corazón...un abrazo.

Mamen dijo...

El sentimiento aragonés me llevan siempre a Labordeta. Le descubrí a la vez que descubría nuestra ciudad y descubría mi adolescencia...casi tengo la cuarentena y aunque me he alejado de José Antonio, Zaragoza me sabe a sus canciones. "La amo,la odio.Le tengo un cariño ancestral"

Anónimo dijo...

A mi también me parece muy emocionante poder ligar las cosas de una vida a los escenarios de una ciudad, en concreto de esta nuestra. A veces duele cuando la ves transformarse y el tiempo y los hombres te van arrancando trozos de la memoria... También es muy emocionante descubrir cómo todos hemos compartido, a veces sin ni siquiera saberlo, los mismos escenarios: pinares de Venecia, el Canal, la plaza San Francisco, el casco...
Un abrazo con cierzete, que hoy hay un poco.