22 mayo 2010

¿Y si...?

¿Y si todo hubiera sido un sueño?

¿Y si te gustara hacerlo?

¿Y si ya no te quisiera?

¿Y si tuviera algo que decirte?

¿Y si coincidiéramos?

¿Y si un día me miraras?

¿Y si te besara?

¿Y si fueras capaz de entenderlo todo?

¿Y si el mundo solo pudiera transformarse con palabras?

¿Y si creyera en ti?

¿Y si hubieras esperado un minuto más?

¿Y si hubiera podido hablar contigo?


Nada. Al final, nada.

No pierdan el tiempo en conjeturas. La vida eterna es siempre más corta de lo que al principio parece.

18 mayo 2010

Efecto Bailey

Hoy, 18 de mayo de 2010, se cumplen cuatro años desde que se inauguró el Museo Pedagógico de Aragón. Siempre he tenido la tentación de imaginar qué hubiera sido de nosotros si determinadas cosas no hubieran ocurrido. Esta es la estrategia que Clarence, el ángel de segunda que aún tenía que conquistar sus alas, utilizó con George Bailey en Qué bello es vivir.

¿Qué hubiera pasado si no se hubiera publicado el decreto de creación del Museo?

Realmente nada importante. Hay tan pocas cosas realmente importantes que, si se piensa, casi todo es prescindible. Pero de todos modos, aplicaremos el efecto Bailey y supondremos que el Museo Pedagógico de Aragón no ha existido. Si así fuera, no se hubiera hecho una edición facsímil de El libro de los escolares de Plasencia de Monte y las revistas freinetinas que compusieron letra a letra los niños de la escuela nº 1 de Barbastro, regentada por José Bonet Sarasa, continuarían en el olvido. No se hubiera recuperado el libro de Casilda Manzana ni el de José Osés Larumbe. Menos personas hubieran pronunciado los nombres de Máxima Oliver Royo, Palmira Plá, Paco Ponzán o Pedro Arnal Cavero. No sabemos dónde hubieran terminado los libros del maestro Lorenzo Latapia Arilla ni donde se guardaría la imprenta del Grupo Escolar «Valentín Zabala». Nadie conocería las memorias de Valero Almudévar ni Pepe Melero y yo hubiéramos tenido la oportunidad de escribir una introducción para este libro. No se hubieran fabricado más de 1500 recortables para muñecas de Ramón Acín -ni hubiéramos contado a más de 1500 personas la historia de este hombre bueno-. No se hubiera presentado Aragón Educa. Revista del Museo Pedagógico de Aragón, ni yo hubiera tenido ocasión de trabajar con Víctor Gomollón, el grande. Si el Museo Pedagógico de Aragón no hubiera abierto sus puertas, el artesano Óscar Sánchez no hubiera hecho una reproducción exacta de la mesa de dibujo que diseñó Ramón Acín ni las 50000 personas que han pasado por la exposición permanente la hubieran podido visitar.

Y, sobre todo, si el Museo Pedagógico de Aragón no existiera, yo no te hubiera conocido.

17 mayo 2010

Agendas

Pronto cumpliré cuarenta y seis años que son -como todo en esta vida- muchos y pocos, según quiera mirarse. Cuarenta y seis vueltas de tuerca. Si llevara agendas, me gustaría conservar las cuarenta y seis agendas de estos años de la misma manera que tengo una lista de los 1752 gilipollas que he conocido, aunque como no la actualizo, esta lista sólo tiene un valor sentimental y ninguna utilidad práctica.

Si yo fuera un tipo de esos que llevan agendas tendría la certeza, por ejemplo, de que el 16 de mayo de 1969 fui con mi abuela Pilar a «La Balsa» a cortar rosas blancas de aquel rosal que trepaba por la pared de la casa porque doña Julia nos había dicho que mayo era el mes de las flores y el mes de la virgen. Para mí fue un anuncio sorprendente en una época en la que todo me cogía por sorpresa. «El mes de las flores y el mes de la virgen... Hay que joderse -debí pensar, aunque expresaría este pensamiento con las palabras de entonces-».

Si tuviera mis agendas de estos cuarenta y seis años le hubiera encargado a Óscar Sánchez un armario de madera de sabina para conservar todas las agendas juntas y ahora las podría extender sobre la alfombra del salón, formaría una rueda de la fortuna, lanzaría unos dados o pensaría un número al azar y contaría las agendas que tendrían, seguro, tapas rojas y negras, abriría la agenda de 1979. Y allí leería:

«16 de mayo. El último sol del día nacía de su pelo. Sólo podía oír su risa sobre el estrépito de los gorriones»

«Algo me está pasando por primera vez»

«No he querido cenar»


Lo de la cena se lo debo, como tantas cosas, a las películas que envenenaron mi infancia.

Pero eso tampoco lo sabía entonces

10 mayo 2010

Gol de Nayim



El sábado Guillermo se hizo esta fotografía con Nayim.
Le recordé al segundo entrenador del Zaragoza que hoy se cumplían 15 años del gol de Nayim. Él miró a Guillermo y le dijo:

-Maño, tú no eras ni siguiera un proyecto.

Y en esa expresión queda demostrado que Mohamed Alí Amar Nayim, el grande, el que en buena hora nació, es uno de los nuestros.

07 mayo 2010

novelas

Se habían pasado treinta años desde que la besó por última vez. No la había vuelto a ver desde entonces.
–¿Qué tal? –le preguntó ella.
He publicado una novela.
Le sorprendió su confesión. Haber publicado una novela no le convertía en alguien distinto del resto de la humanidad. Se sintió estúpido. Escribir una novela no resumía lo que había sido su vida, aunque nada tenía el mismo sentido que antes de probar el veneno de la ficción. Escribir una novela le había convertido en un cazador de historias. Vivía acechando secretos, detalles insignificantes que pudieran esconder un cuento. Escribir no le había hecho mejor ni, desde luego, más feliz. Escribir le había condenado a un estado de insatisfacción permanente. Había perdido las seguridades que había conquistado en otros ámbitos de su vida. La tristeza era un territorio por el que transitaba con más frecuencia que nunca. Al aventurarse a escribir había cometido uno de los errores más graves de su vida. Ya nada sería igual, nada podía ser como antes.
 
[Como todo es susceptible de empeorar, tal y como sostenían los clásicos, dentro de unas semanas presentaré mi segunda novela, una novela que me ha hecho muy feliz]

03 mayo 2010

«Que mis amigos hablen poco o nada de mí»

Empezar de nuevo. Hacía una copia de seguridad de lo mejor de sí mismo y se formateaba cada 30 segundos.

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Esta semana entrará en imprenta el número 2 de la colección Encartes del Museo Pedagógico de Aragón, el encarte que distribuiremos en septiembre con el segundo número de Aragón Educa. Revista del Museo Pedagógico de Aragón

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Transformar el mundo con palabras. La imprenta Freinet en Aragón. El día internacional de los museos inauguraremos en el Museo Pedagógico de Aragón un espacio dedicado a la imprenta Freinet.

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Mi segunda novela. Antes de ser una novela, Marta fue un cuento de nueve mil cuatrocientas setenta y dos palabras que hice imprimir y encuadernar en diciembre de 2007 para celebrar el cumpleaños de mi amigo José Luis Melero. Creí que ese iba a ser el final de esta historia, pero Marta Santos y Javier Vidal, los personajes de esta novela ya estaban ahí, tenían una identidad y enseguida me pidieron más. Marta y Javier querían explicarse, contarse, amarse. Y yo les dejé crecer.

Dentro de unas semanas presentaremos Marta (Eclipsados, la editorial de Nacho Escuín)

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Madrugo para pensar en ti, para escribir tu nombre, para encontrar sentido a esta alocada sucesión de horas y de días. Madrugo para demostrarme que aún soy capaz de estar aquí sin hacer nada. Madrugo con la intención de poner cada cosa en su sitio de modo que cuando despiertes tus ojos no extrañen nada. Madrugo para celebrar que pudiendo estar muerto, aun estoy vivo.

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«Deseo también que mis amigos hablen poco o nada de mí, porque se crean ídolos cuando se ensalza a los hombres, lo que es un gran mal para el porvenir humano. Solamente los hechos, sean de quien sean, se han de estudiar, ensalzar o vituperar, alabándolos para que se imiten cuando parecen redundar en el bien común, o criticándolos para que no se repitan si se consideran nocivos al bienestar general».

Testamento de Francisco Ferrer i Guàrdia, 13 de octubre de 1909